Destino
Autor: Vicente Arturo Pichardo
Aquellos amigos que te hicieron ganar el puesto, serán acusados de contrabando. No querrán que nadie los delate. Esperarán a que tu inmunidad termine, mandarán dos hombres. Estarás manejando, colocarán el vehículo justo al lado del tuyo. Uno de ellos te sacará un arma, cruzarás la calle con el semáforo en rojo, ellos también, rebasarás varios vehículos, se pondrán detrás de ti, impactándote, saldrás de la carretera, se desmontarán. Todos alrededor escucharán los disparos. Vendrán curiosos. Testigos te llevaran al hospital. Se dirigirán tu esposa e hijas, sollozando. Tu padre recoge a tu madre y salen de prisa, nervioso él, sufrida ella, las lágrimas recorren su rostro y se queja. Tu padre espera noticias. Se escucha la voz de tu madre en el hospital, el sudor se mezcla con sus lágrimas, ya no tiene forma de poner su cara, le duele, grita y le duele. Las lágrimas siguen saliendo. Sufre, hasta que reaccionas quejándote por el golpe. Ya naciste.
Aquellos amigos que te hicieron ganar el puesto, serán acusados de contrabando. No querrán que nadie los delate. Esperarán a que tu inmunidad termine, mandarán dos hombres. Estarás manejando, colocarán el vehículo justo al lado del tuyo. Uno de ellos te sacará un arma, cruzarás la calle con el semáforo en rojo, ellos también, rebasarás varios vehículos, se pondrán detrás de ti, impactándote, saldrás de la carretera, se desmontarán. Todos alrededor escucharán los disparos. Vendrán curiosos. Testigos te llevaran al hospital. Se dirigirán tu esposa e hijas, sollozando. Tu padre recoge a tu madre y salen de prisa, nervioso él, sufrida ella, las lágrimas recorren su rostro y se queja. Tu padre espera noticias. Se escucha la voz de tu madre en el hospital, el sudor se mezcla con sus lágrimas, ya no tiene forma de poner su cara, le duele, grita y le duele. Las lágrimas siguen saliendo. Sufre, hasta que reaccionas quejándote por el golpe. Ya naciste.
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